El recogimiento puro y desnudo del estar simplemente sentado
Durante zazen, nuestra vida es naturalmente simple y despojada. Sólo sentados sobre el suelo, con la columna vertebral estirada, la espalda vertical, inspirando y espirando. Sólo eso. Sin tener que justificar el hecho de existir. Y, así, podemos percatarnos de que, a cada instante en que vivimos, nada falta; así [...]